Negra de ojos café

Esa mirada triste de tus ojos color café,  esa delgada línea que forman tus labios al juntarse con seriedad, un palpitar acelerado en tu corazón,  el movimiento repetitivo en tus manos que simula un temblor, y ese vacío, el vacío de tu alma, ese profundo abismo que no tiene fin, que nada lo llena, nada lo satisface.

¡Ay negrita querida! ¡Cuántas penas atrabancadas te cargas, cuántos sollozos silentes! Pero sigues ahí,  pretendiendo fortaleza, fingiendo armonía y paz. ¡Ay negrita mía! ¿Hasta cuándo seguirá tu dolor? ¿Cuándo se calmará tu pena? Ya quiero que tus ojitos, mi negra, paren de brillar por el efecto de las lágrimas que se aceleran hasta tus mejillas.

¡Corre! ¡Huye! ¡Vete y no mires atrás!  Aquí ya no queda alimento para ti ni para tu alma. Aquí los sueños no son más que eso, ilusiones creadas para calmar las necesidades de la mente y en el corazón. ¡Vete ya, mi amor! ¿Acaso tus alas han cortado? ¿Acaso tus pies han sido clavados sobre terreno infertil? Mira que tu luz se apaga... ¡Corre, por favor! ¡Aléjate ya! El dolor que sientes ahora es insignificante comparado al que sentirás si no te vas.

Negra, sé libre porque no perteneces a este lugar. Abandona el nido y vuela alto como águila en el horizonte. Que el único enredo sea el que provocan las curvas de tus cabellos, más no el que sientes en el pecho cada vez que te disparan veneno, cuando  ponen limón sobre tus heridas.

Ya vete mi ángel de piel morena, tu cielo está de aquel lado del vasto mar.

Pequeños pasos, grandes resultados...

Nunca es tarde para hacer cambios positivos en nuestras vidas. Desde apagar un bombillo que no estamos utilizando, reducir el uso de plásticos o mejorar nuestros hábitos de higiene y alimenticios por uno más amigable con el medioambiente; son pasos simples para tomar acción y combatir los efectos negativos que nosotros los seres humanos les hemos causado al planeta.

Recuerda que todo gran cambio inicia con pequeños pasos... ¿y tú, qué pasos diste hoy?

Naturalmente Sostenible

Cuando decidí entrar al mundo del cabello natural, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. No conocía mi cabello y ni los productos que le hacían bien. Pero dos años y ocho meses después, he aprendido muchísimo sobre el cabello natural y cómo cuidarlo. ¿Y qué mejor que combinar el cuidado de mi afro con una de mis pasiones en la vida? Así es, podemos seguir luciendo hermosas mientras cuidamos el planeta y apoyamos la economía local. 

Acciones como comprar productos naturales o producirlos en tu jardín son beneficiosos tanto para tu bolsillo como para el planeta porque así puedes apoyar la economía local, ahorrar dinero, e incluso evitar uso de plásticos innecesarios o utilizar medios de transporte que producen contaminación. 

Por ejemplo, en mi caso, tengo plantas de aloe vera y menta en mi jardín, las cuales puedo utilizar cada vez que necesite. Siempre que voy a preparar una mascarilla a base de aloe vera o menta, solo tengo que caminar unos pasos y listo, así sin quemar combustible, consumir plásticos o gastar mucho dinero. Por igual, la miel que consumo es producida a nivel local y cuando voy a comprarla llevo un envase de cristal que reutilizo cada vez que necesito.

También, al momento de comprar productos para sus mascarillas, pueden llevar bolsas reusables al mercado (o donde ustedes hacen sus compras) y evitar comprar dichos productos envueltos en plásticos. ¡En serio! No necesitamos bananas, jengibre, romero, cebollas y muchos otros productos envueltos en contaminación, ¡perdón! quiero decir en plásticos. Estos son solo algunos ejemplos personales de acciones que podemos tomar para mejorar nuestra calidad de vida y del planeta.

Mejorar nuestro cuidado personal de la manera más sostenible posible debería ser una prioridad para cada uno de nosotros. Nuestro planeta está atravesando por una crisis medioambiental y cada uno de nosotros tiene que hacer cambios en la forma de vivir para asegurar nuestro futuro y el futuro de las siguientes generaciones. Quizás podrían preguntarse cosas como ¿por qué debe interesarme el cambio climático, la contaminación ambiental, de las aguas y el aire? ¿Qué tiene todo esto que ver con mi cabello y conmigo? O ¿Qué puedo hacer para ayudar a combatir estos problemas? 

Bueno, el cambio climático y todo tipo de contaminación afectan nuestra salud, nuestro cuerpo, cómo nos vemos o nos sentimos, es decir, va destruyendo nuestras vidas y la de nuestro planeta. En lo que concierne a nuestro cabello, los cambios de temperatura, la exposición extrema a altas o bajas temperaturas, el estrés provocado por estos cambios, así como el uso de aguas contaminadas pueden provocar irritación del cuero cabelludo, caída y debilitamiento del cabello e incluso, retraso en su crecimiento, entre otros daños.

El mayor paso que podemos dar como aporte positivo a la sostenibilidad es cambiar la forma de consumo, ya que el ritmo que llevamos deja como resultado una gran producción de contaminación. Y acciones como sembrar un árbol, una planta o consumir productos locales, pueden hacer la diferencia. ¡Este es el momento de accionar!

¡Seamos naturalmente sostenibles!

Ya que hablamos de los productos naturales para el cabello, les cuento que estoy utilizando un té de canela y menta con unas gotitas de aceite de coco que me deja el cabello hidratado, suave y con mucho brillo. Si quieren probarla pueden hervir por 5 o 10 minutos, dependiendo la cantidad que decidan preparar, unas ramitas de menta con un poco de canela. Retira del fuego y deja enfriar el té. Una vez esté fresco agrega unas gotas de aceite de coco o del aceite que prefieras. Cuando la mezcla esté totalmente fresca, ya está lista para ponértela. Puedes dejarla el tiempo que quieras porque huele riquísimo. 

Nota: Si eres alérgico a cualquiera de los ingredientes, por favor no lo utilices. Si tiene algún tipo de enfermedad que necesite tratar, por favor visite a su médico.  

¿Quién soy?

París, 2017

Soy tan mucho, soy tan poco, 

Soy tan humana que a veces me equivoco,

Soy como la miel y otras veces como el coco, 

No soy de por aquí y de por allá tampoco.

Soy como la luz, soy como la brisa, 

Soy como un avión justo cuando aterriza, 

Cuando se estabiliza y poco a poco se desliza,

Soy como aquellos que corren sin prisa.

Soy como soy y no como quieres que sea, 

Soy como me hizo Dios y no como el mundo me desea.

Soy como una piedra y también como una nube, 

Soy mejor que ayer y hoy tengo más de lo que una vez tuve.

Soy inocente o quizás soy culpable, 

Quiero que sepas que también soy imparable.

Algunas veces sonrío y otras veces lloro, 

Transpiro melanina y azúcar parda, por los poros. 

Digamos que soy quien soy y de eso no tengo miedo, 

Sólo me asusta no ser feliz y convertirme en quien no quiero.

Soy fuerte como el mar y  soy libre como viento, 

Brillo como el sol, me ruborizo cuando miento,

Me gusta consumir amor y suspirar al bailar lento.

Soy ayer, hoy, mañana y siempre, 

Soy una mujer independiente, también soy afrodescenciente.

Algunas veces ando sonriente y otras veces de enojona, 

Mi pelo afro no es una moda, es tu problema si te incomoda.

Soy una afrolatina, soy una obra de arte, 

Mi piel morena es radiante y mi pelo despampanante.

Sé quien soy y eso es lo importante,

En el nombre de Dios siempre voy pa'lante.

El problema no es mi cabello porque mi cabello no es un problema

A ti que cuestionas, criticas o discriminas mi cabello, permíteme aclararte que el problema no es mi cabello porque mi cabello (crespo/rizado) no es un problema. Mi cabello NO es malo, NO es poco profesional, NO es feo, NO es desaliñado y NO es sucio. 

¿Sabes qué es malo? Malo es que mientras críticas las curvas de mis rizos, el nivel de educación de nuestro país es una recta profunda, entre los últimos lugares en el mundo y no te veo accionando sobre eso. Malo es que tú como padre/madre no sabes de dónde sacó tu hija ese teléfono nuevo o dónde está tu hijo en estos momentos. Malo es que en vez de invertir tu tiempo burlándote del volumen al que el frizz eleva mis rizos, deberías ver el volumen que tiene la pobreza, la delincuencia, la desigualdad, o quizás  podrías invertirlo leyendo y aprendiendo la diferencia  entre "ay", "ahí" y "hay". Malo es que mientras nos arropa la delincuencia, tú no alzas tu voz en contra de las autoridades que se hacen de la vista gorda. Malo, malísimo es la cantidad de jóvenes profesionales desempleados por falta de oportunidades mientras que otros "bendecidos" aparecen en dos nóminas del gobierno. Entre esos desdichados, sumamos los que las políticas de la empresa no acepta su tipo de cabello.

¡Ah! ¿Y sabes qué es ser poco profesional? No, no es mi cabello natural crespo, no es mi afro frondoso, no es la textura de mi cabello. Poco profesional eres tú que utilizas tu preparación académica para destruir la vida de aquellos que pueden menos, que pisoteas a los que nuestro pobre sistema educativo no les ha dado la oportunidad de adquirir los conocimientos más básicos. Aún menos profesional es que tú, "profesional", con títulos de maestrías  y doctorados no sabes decir buenos días, permiso, por favor o gracias. Igual de poco profesional es que deduzcas mi capacidad intelectual, nivel de educación o valor como persona tomando en cuenta sólo la textura de mi pelo. 

Para que entiendas, ¿te digo algo realmente feo? Feo es la cantidad de basura que se acumula al frente de tu casa y que no te ocupas de barrerla, en especial esa basura de energía negativa que llevas encima siempre. Feo es todo el plástico que utilizas y lo tiras en cualquier lugar,  formando parte de la contaminación ambiental y por ende, de la masacre a nuestro planeta. Feo es que exijas respeto a tu crítica destructiva, a tu sonrisa falsa maquillada con veneno y a los valores condicionados a tu conveniencia, pero no respetas el cabello natural que Dios me regaló. 

Y bueno, ¡qué decirte sobre lo desaliñado! ¿Te has visto en el espejo del corazón? ¿Ves quién eres realmente cuando no tienes los filtros de las redes sociales? Si tus emociones y pensamiento fueran visibles, ¿serian de agrado para los demás? ¿Serías de agrado para ti mismo? ¿Son de agrado para Dios? Y para tu información, mis rizos no son ni están sucios. Sucios son aquellos que llamados a servir a la nación, al pueblo, a la Patria, lo que hacen es robar, destruir, corromper, saquear y desvalorizar todo lo bonito y bueno que aún  nos queda. Sucio es que te quedes callado ante todo eso. Sucio es tu personaje de doble moral. Sucio es que por satisfacer tu complejo de ser supremo, discrimines a tu propia gente, por los espirales y zigzags en sus cabezas o por su tono de piel.

Bueno... en fin, podría seguir y explicarte muchísimas otras cosas, pero sólo quería  decirte que mi cabello NO es un problema, NO es tu problema, NO daña, NO contamina, al contrario, es bueno, profesional, lindo, arreglado y limpio. A mi me gusta como se ve, como se siente, como desafía la gravedad, cómo se transforma, como me da confianza y eso es lo más importante. No necesito que te guste o que ames mi melena alborotada, sino que la respetes como quieres ser respetado. Pero te advierto, cuando aprendas a hacer eso también la vas a amar. Acéptame como papá Dios me hizo o como decimos en buen dominicano: ruede de ahí y deme banda :)

Patrick Mercedes Mercedes 

(Nota: Esta es mi reflexión  de la problemática que vivimos en República Dominicana, aquellos que nos atrevemos a lucir el cabello natural, sea crespo o rizado. Es la expresión de los sentimientos frente a la indiferencia  de  los ciudadanos ante los problemas reales que afectan nuestro país y que sin embargo, prefieren cuestionar o criticar algo tan inofensivo y personal como es el cabello natural. Este contenido no esta dirigido a una persona o institución en particular, ni pretende ofender a los lectores.)